Para el cultivo interior de la marihuana hay que tener en cuenta que las semillas que proceden de plantas de exterior, aunque sean de buena calidad necesitaran una adaptación al medio artificial, lo cual podría llevar generaciones de semillas seleccionadas para obtener buenos resultados. Esto lo llevan haciendo en Holanda durante muchos años. En el cultivo interior tenemos que intentar crear las condiciones más favorables y se cruzan las plantas que mejor se adapten al clima creado bajo la luz artificial.

La genética de la semilla de marihuana es fundamental  para que el producto final sea de calidad.

La planta de la marihuana tiene dos fases en su vida, el crecimiento vegetativo y la formación de flores, cosa que ocurre cuando la planta percibe que la duración de luz solar se va acortando, es decir, que se acerca el otoño. Cuando el da empieza a ser mas corto que la noche, la planta entrar en periodo de floración sea cual sea el tamaño que haya alcanzado.

Es mucho más sencillo adaptar una semilla de marihuana de interior a exterior que a la inversa.

Adaptar una planta de exterior a interior no vale la pena. Hay semillas de marihuana aptas para balcones con buenos resultados. El problema del cultivo exterior es que a solo hay una cosecha por año.

En el cultivo de interior  se han utilizado los fluorescentes para el crecimiento de plantas sin sol. Después se utilizaron lámparas de vapor de mercurio, aunque sin grandes mejoras. Más adelante aparecieron las  lámparas de vapor de sodio (HPS) y las lámparas  de halogenuros metlicos.