Curado y almacenaje de la marihuana
En la etapa de curación lo que se busca es que se descomponga sobre todo la clorofila y otros elementos, además obtener el aroma y sabor buscado.
La descomposición de la clorofila se produce aproximadamente en un mes y el tiempo en el que la hierba está en su óptimo sabor y aroma, a saber por otras fuentes, es de un año.
Lamentablemente en todo este tiempo parte o gran parte del THC por oxidación se ha transformado en CBN (perdiendo gran parte de su poder psico-activo, aunque una parte del THCA que no se había convertido en la etapa de secado se transforma ahora en THC) por lo que se recomienda menos tiempo, aquí no hay datos concretos por que dependerá del gusto particular de cada uno, las condiciones ambientales, así como de la variedad del cannabis.
Una vez secado y curado (si todavía no nos hemos fumado todo) entra la fase de almacenamiento en la que intentamos parar los procesos de descarboxilación y oxidación, así como de mantener el sabor y aroma. El método empleado aparte de congelarlo (el mejor pero con sus inconvenientes), es meterlo en frascos con la menor cantidad de aire posible, al vacío o sustituyendo este por un gas inerte como el nitrógeno (paralizando la oxidación del THC en CBN), introducir también algún absorbente natural de la humedad como algodón o papel de celulosa (por los posibles pequeños restos de humedad que queden), cerrar herméticamente y guardar de la luz y mantener en un sito fresco.
Fuente: www.marihuanaloca.com