Germinación de semillas.
Aunque la germinación de las semillas sea un proceso relativamente simple siempre que se sigan unos pocedimientos básicos, también es la etapa de la vida de la planta en la que ésta es más frágil. Existen varios métodos para la germinación, todos ellos válidos, pero básicamente deberemos preocuparnos de tres parámetros: temperatura, humedad y oxigenación. Manteniendo bajo control estos factores, nos aseguraremos una germinación cercana al 100% siempre y cuando usemos semillas viables.
En primer lugar nos ocuparemos de la humedad, algo indispensable para que se active el proceso de la germinación. En este punto existen varias opiniones o formas de proceder con las semillas: desde sumergirlas en agua durante varias horas; ponerlas entre servilletas de papel humedecidas; o enterrarlas a poca profundidad en algún tipo de sustrato previamente humedecido. Como mencionamos anteriormente todas ellas válidas, pero teniendo en cuenta que sólo durante las primeras horas necesitaremos un medio de germinación bien saturado de agua. Si esta situación continua durante demasiado tiempo, la pequeña radícula que sale de la semilla podría podría morir por falta de oxigenación.
Comentábamos más arriba la necesidad de aire(oxígeno) de la semilla una vez se ha hidratado adecuadamente para continuar con la germinación. Ésto es indispensable, pues sin oxígeno el pequeño embrión contenido en la semilla será incapaz de romper totalmente la vaina de la semilla y seguir con su proceso de desarrollo.
Finalmente, pero de igual importancia que asegurarnos la hidratación y oxigenación de la semilla es mantenerlas en el rango de temperatura óptima para llevar a buen término este proceso. El margen de temperatura para la germinación se encuentra alrededor de los 25º C, permitiéndonos unos tres grados arriba o abajo. Digamos que va desde los 22º C a los 28º C.
Y para terminar, y si todo el proceso se ha desarrollado correctamente, sólo nos quedaría cuidar correctamente las pequeñas plántulas que hemos obtenido de las semillas hasta que tengan un tamaño adecuado para ser trasplantadas a su tiesto definitivo.