Preparando la nueva temporada.
Ahora estamos en la época más fría del año y es todavía muy pronto para empezar con la siembra de semillas. Si además le sumamos que todavía tenemos muy pocas horas de luz, no resulta muy conveniente sembrar ahora semillas a las que no les vamos a sacar mucho rendimiento y nos van a dar bastantes problemas. Sin embargo sí que es el momento idóneo para ir planendo qué nos gustaría sembrar y cómo. Prácticamente hasta finales de marzo o abril no solemos notar la entrada de la primavera, con la subida de temperaturas y el aumento de las horas de luz al día. Hasta entonces, hay muchas cosas que podemos ir adelantando que nos van a facilitar las cosas más adelante. Básicamente se trata de hacer con tiempo la selección de variedades que queramos plantar y de cómo queremos cultivarlas, sustrato, fertilizantes, suelo o maceta, etc.
En cuanto a la selección de semillas, lo más fácil es trabajar con algo conocido, bien sea personalmente o a traves de amigos. Con esto me refiero a sembrar lo que a cada uno le guste, simplemente recordar qué hierbas de las que has probado te han gustado más, teniendo en cuenta tanto sabores y olores cómo la facilidad o dificultad en cultivar una determinada planta. Tendremos que informarnos también si el tipo de planta que nos gusta se adapta a nuestra zona y al sitio que tenemos disponible. No es lo mismo cultivar sativas en una zona de montaña y en un pequeño balcón con pocas horas de sol directo, que hacerlo en una zona costera, directamente en el suelo y con sol directo en abundancia. Si los cuidados son los mismos, en el segundo caso las plantas tienen muchas más posibilidades de ser cultivadas sin problemas y tener un buen producto final. Normalmente para climas con otoños fríos y lluviosos plantas índicas. Y en zonas con otoños más suaves y secos podemos cultivar plantas más sativas.
Otra cosa que se puede ir planeando es la forma en la que vamos a cultivar las plantas, si lo vamos a hacer en suelo o maceta. Cada una de las dos opciones tiene sus ventajas e inconvenientes, el acertar con la forma de hacerlo nos puede facilitar o complicar el cultivo. En general mientras más tierra tenga la planta mejor y más sana se va a desarrollar, por lo tanto el cultivo en suelo suele ser más fácil y productivo que en maceta. Aunque no siempre puede ser lo más conveniente. Cultivando en maceta tenemos la ventaja de poder usar el sustrato que más nos guste; hacer trasplantes a tiestos mayores con tierra y fertilizantes nuevos; mover las macetas buscando la mayor cantidad de sol directo posible; o incluso poder meterlas dentro de casa para protegerlas de vientos fuertes, tormentas, heladas, etc.
En cuanto a los fertilizantes estamos en la misma situación, tenemos varias opciones a la hora de cultivar las plantas. Podemos usar fertilizantes sólidos o líquidos, orgánicos o minerales. Cualquiera de los que usemos, siempre que lo usemos correctamente, no debe de causarnos problemas. Al contrario, lo que hay que conseguir con ellos es que a las plantas no le falten nutrientes en ningún momento. Esta es la única forma de conseguir plantas sanas y fuertes. Por lo demás siempre que usemos marcas de calidad reconocida como Canna, Biobizz, Atami, Plagrón, General Hydroponics, etc. y lo hagamos en el momento y en la dosis correcta no vamos a tener probemas de falta de nutrientes, ni tampoco de exceso.