Cannabis sativa.
Planta originaria de las zonas tropicales y subtropicales, principalmente en Asia, América y África. Se caracterizan por ser de gran altura, poseer un amplio espacio internodal (la distancia entre las ramificaciones laterales), ser muy ramificadas y poseer un gran sistema radicular. Suelen tener unas hojas grandes, con peciolos cortos (tallo que soporta la hoja) y foliolos estrechos (cada una de las hojuelas de una hoja compuesta). Los racimos florales no suelen ser demasiado compactos pero llegan a ser grandes productoras en exterior debido a su gran tamaño. Pueden llegar hasta alturas cercanas a los seis metros.

Son variedades muy potentes en general y destacan por su gran contenido en THC y bajo nivel de CBD, que suele provocar efectos energéticos y mentales, habiéndose descrito alguna vez sus efectos como psicodélicos.
Son plantas más adecuadas para su cultivo en exterior que en interior debido a su rápido crecimiento y sus largos periodos de floración, llegando a veces a superar los cuatro meses. Las variedades más conocidas son las mejicanas, colombianas, tailandesas o surafricanas.

Cannabis indica.
Las plantas de cannabis indica proceden de regiones más alejadas del ecuador que las sativas. Son plantas de tamaño pequeño o mediano y con tallos y ramas gruesas y sólidas. Sus hojas son de tamaño medio y muy anchas, de color más oscuro que el de las sativas. Tienen periodos de floración cortos que rondan las ocho semanas y sus efectos suelen ser relajantes y analgésicos. Sus racimos florales son compactos y cargados de resina, de ahí que tradicionalmente se hayan usado en la extracción de hachís.

Estas plantas son las que mejor adaptadas están a las zonas templadas por su largo periodo vegetativo y su rápida floración antes de la llegada del otoño. También son más fáciles de cultivar en interior por su baja estatura y su floración temprana.
Su hábitat natural se encuentra principalmente en India y el Medio Oriente, de donde proceden las variedades más afamadas.

Cannabis afghanica.
Procedente de Afganistán, es de baja estatura normalmente y es una planta muy robusta y arbustiva. Tiene las hojas muy anchas y de un verde muy oscuro, con los peciolos largos. Es una planta muy parecida a la indica, tanto que muchos cultivadores no hacen ninguna distinción entre ambas.
Son muy conocidas las variedades procedentes de la región del Hindu Kush, donde se cultivan para la elaboración de hachís. Sus principales características son su rápida floración y gran producción de resina.

Cannabis rudelaris.
Esta es una planta muy baja con muy poco contenido de THC y un nivel elevado de CBD, lo cual no las hace muy adecuadas para el usuario recreativo. Son originarias de Norteamérica, Canadá y Europa del Este. Su característica más interesante es su corto periodo de floración, independiente del fotoperiodo (duración del día/noche). Esta característica permite la obtención de varias cosechas al año y es la causa de la gran expansión de este tipo de plantas durante los últimos años. A ello se ha unido el incremento de los niveles de THC mediante programas de cruce con variedades no autoflorecientes.