Una situación típica con la que todo cultivador de interior se encuentra alguna vez a la hora de iniciar un cultivo es qué semillas elegir para poder probar distintas variedades en un mismo armario o cuarto. Este es el caso cuando se están seleccionando plantas nuevas con vistas a conservar madres o cuando queremos olores y sabores distintos dentro de un mismo armario. Está claro que un cultivo con una sola variedad es el más sencillo de llevar a buen término, pero escogiendo con cuidado podemos plantar distintas híbridos sin que se nos complique mucho la cosecha.

Si disponemos de más de un foco no habría ningún problema, porque podríamos destinar el espacio iluminado por cada foco a cada variedad que tengamos sembrada y tratarlas de forma individualizada. El problema surge cuando sólo disponemos de una lámpara y queremos probar híbridos distintos. Aquí es cuando hay que ver qué plantas son compatibles y pueden estar en un mismo cultivo. Para ello deberemos fijarnos sobre todo en dos factores: tiempo de floración y estructura de crecimiento.

Deberemos escoger plantas con un periodo de floración lo más similar posible, como mucho que haya una diferencia en la floración de una o dos semanas. Esto nos permitirá usar un mismo patrón para las fertilizaciones de las plantas; lo mismo pasaría con los tratamientos foliares contra plagas u hongos; y otro punto muy importante, nos evitaría tener funcionando el foco mucho tiempo sólo con unas cuantas plantas porque su floración sea mucho más larga que la de las demás. Resumiendo, la forma más fácil de acertar sería escoger índicas distintas pero con el mismo periodo de floración. Lo mismo haríamos con híbridos o sativas.

En cuanto a la estructura de crecimiento, nos encontramos en la misma situación que en el caso anterior deberemos elegir plantas lo más parecidas posibles. Mezclar plantas altas y de crecimiento en forma de columna con plantas bajas y ramificadas sólo nos traerá problemas, por el desajuste de alturas y el desaprovechamiento de luz que ello provocaría. La única forma de llevar a buen término un cultivo de este tipo sería elevando las plantas más bajas hasta la altura de las más altas y hacerlo continuamente según las plantas van creciendo.

Como ejemplo práctico y quedándonos en el lado más índico a la hora de elegir variedades podríamos combinar las siguientes sin problemas: Skunk #1, Super Skunk, Critical Mass, Big Bud, Sensi Star, Cream Caramel o Cheese. En cuanto a híbridos se refiere hay que elegir plantas con porcentajes índica/sativa similares como: AK-47, Jack Herer, White Widow, Northern Lights #5 x Haze, Moby Dick u Original Amnesia.